Cuando uno se convierte en propietario de su propio negocio, tiende a realizar múltiples y muy diversas tareas, poniéndose a la vez “distintos sombreros”. Algunos de esos sombreros encajan perfectamente, otros son muy pesados. Todos muy distintos, pero a la vez importantes. Llevar un negocio así, puede convertirse rápidamente en algo abrumador, limitar tu productividad y acabar con la motivación.
Pero no tiene por qué ser así. Acá te compartimos 3 fórmulas imbatibles.
1.- Establecé la regla 80-20 para tus tareas
Básicamente significa que el 20% de tu esfuerzo debe equivaler al 80% de tus resultados. ¿Cómo? Concentrándote en las tareas que realmente impulsan tu negocio. Analiza a fondo los datos y cifras, para centrarte en las tareas que sean de impacto, delegar quehaceres rutinarios pero necesarios, y perfeccionar el proceso para que funcione como un engranaje.
2.- Establecé limites
Si dirigís tu propio negocio, establecé un horario firme de trabajo. Durante tu tiempo libre te recomendamos silenciar tu teléfono laboral, el correo electrónico y no cedas ante favores durante esas horas.
3.- Limita (o elimina) las distracciones
Las redes sociales, los correos electrónicos, las notificaciones y otros sitios web de interés pueden agravar la sensación de agobio y provocar ansiedad. Puedes determinar horarios específicos para consultar tu correo y agendar horarios para las llamadas. Así vas a poder sentirte mas relajado y mantener la concentración.
Conclusión
Aplicando la regla del 80-20, disponiendo de un espacio de trabajo dedicado, estableciendo límites firmes y disfrutando de pocas o ninguna distracción, podés empezar a regular esa sensación de agobio. Este desafortunado efecto secundario de ser propietario de tu negocio, puede además ser minimizado si delegas alguno de “tus sombreros” en una Asistente Virtual de confianza.
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